Y aquí estoy, después de todo, llorando y vomitando en casa...
Cuando todo esto pasa te planteas muchas cosas, en caliente llegas a pensar si esto vale la pena, si vas a arrastrarte una vez más por sacar esto a flote, si realmente merece la pena aguantar estos momentos y continuar... Piensas en las malas palabras, y te cabreas, te cabreas muchísimo, pero luego llega el frío, y empiezas a sentir un vacío en tu interior, un vacío tan grande que hace que todo tu mundo pierda sentido.
En frío... En frío pasan mil cosas por tu cabeza. Risas, besos, caricias, miles de recuerdos que se colapsan y chocan unos contra otros. Y al final lo único que realmente sale a flote entre toda la mierda, es el amor. El amor que sientes hacia esa persona, ver que, aunque estés cubierta de la cosa más asquerosa del mundo, consigues seguir de pie y luchando por lo que importa. Pero vuelves a caer cuando sientes que esa persona no quiere luchar, incluso piensas que ya no te quiere... Quizás me equivoque, o quizás no. Quizás llevo equivocada dos años, pero lo que se seguro que no me equivoco, es que le amo, con toda mi alma y más, que daría cualquier cosa por él, y que por muchas veces que me caiga, y pase lo que pase, conseguiré ponerme de pie, pero prefiero que sea su mano la que me ayude a levantarme.
jueves, 14 de julio de 2016
Me equivocaría otra vez.
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